🌾 Creps de trigo sarraceno con cúrcuma
Una receta sencilla, nutritiva y sin gluten para tus desayunos o cenas ligeras
En Slow Shop granel nos gusta volver a lo básico: recetas simples, ingredientes reales y sabores que reconfortan. Estos creps de trigo sarraceno con cúrcuma son justo eso: fáciles de preparar, versátiles y llenos de nutrientes.
El trigo sarraceno, a pesar de su nombre, no es un cereal, sino una semilla. Es naturalmente sin gluten, muy digestiva y rica en proteínas vegetales. La cúrcuma, por su parte, no solo aporta ese color dorado tan bonito, sino también sus conocidas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Una pizca de pimienta negra ayuda a que nuestro cuerpo la absorba mejor (pequeño truco que marca la diferencia).
🥞 Ingredientes (para 6-8 creps)
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100 g de harina de trigo sarraceno
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1 cucharadita de cúrcuma en polvo
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1 pizca de pimienta negra
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1 pizca de sal marina
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1 huevo (opcional, para una textura más elástica)
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250 ml de agua o bebida vegetal sin endulzar
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1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra (y un poco más para la sartén)
Todos estos ingredientes puedes encontrarlos a granel y sin plástico en la tienda 🫶
👩🍳 Preparación paso a paso
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Mezcla los ingredientes secos
En un bol, combina la harina de trigo sarraceno, la cúrcuma, la pimienta y la sal. -
Añade los líquidos
Incorpora el huevo (si lo usas) y ve añadiendo el agua poco a poco mientras bates con unas varillas. La masa debe quedar líquida y sin grumos. -
Deja reposar
Cubre el bol y deja reposar la mezcla unos 30 minutos. Este paso mejora la textura de los creps. -
Cocina
Engrasa una sartén antiadherente con un poco de aceite, vierte un cazo de masa y muévela para repartirla bien. Cocina 1-2 minutos por cada lado, hasta que estén dorados.
🌿 Ideas para rellenar
Versión salada:
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Hummus, aguacate y hojas verdes.
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Setas salteadas, cebolla caramelizada y un chorrito de tamari.
Versión dulce:
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Plátano, crema de cacahuete y canela.
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Manzana salteada con un toque de sirope de dátil.
💚 Consejo Slow Shop
Haz varios creps y guárdalos en la nevera hasta tres días, o congélalos con papel de horno entre ellos. Son perfectos para esos días en los que no tienes tiempo pero quieres comer bien.
Un plato bonito, natural y sin complicaciones, hecho con ingredientes de siempre.
Porque cocinar también puede ser un acto de cuidado y sencillez.

