Agua de mar: todo lo que necesitas saber para incluirla en tu dieta de forma consciente
En los últimos años, el agua de mar ha pasado de ser algo que solo asociábamos a chapuzones veraniegos a ocupar espacio en estantes de herbolarios y tiendas de productos naturales. Y como suele pasar, junto con el interés han llegado también muchas modas, mitos y medias verdades.
Hoy vamos a dejar todo bien claro: qué es realmente el agua de mar para consumo, cómo se obtiene, qué nos aporta, quién puede tomarla, cómo hacerlo de forma segura y, lo más importante, cómo sacarle partido en la cocina sin riesgos y aprovechando todos sus beneficios.
1. Qué es el agua de mar para consumo
No hablamos de ir a la playa con una garrafa y llenarla.
El agua de mar apta para consumo es aquella que:
-
Se extrae de zonas limpias y profundas, lejos de focos de contaminación costera.
-
Se somete a filtración y microfiltración en frío para eliminar microorganismos, partículas y posibles contaminantes.
-
Conserva intacto su perfil mineral, ya que no se somete a procesos químicos ni de alta temperatura.
En España y Europa, existen marcas que garantizan estos procesos y cuentan con certificaciones sanitarias.
2. Cómo llega a ser apta para consumo
El proceso habitual incluye:
-
Extracción en alta mar o en zonas protegidas de alta pureza (generalmente entre 10 y 30 metros de profundidad).
-
Filtrado mecánico para retirar partículas visibles.
-
Microfiltrado en frío (0,22 micras), que elimina bacterias y patógenos sin alterar su composición mineral.
-
Envasado aséptico para evitar contaminaciones posteriores.
Así obtenemos un agua de mar pura, limpia y estable, lista para consumo humano.
3. Más allá de modas: qué nos aporta realmente
El agua de mar contiene alrededor de 78 minerales y oligoelementos en forma iónica (la forma más biodisponible para nuestro cuerpo). Entre ellos:
-
Sodio y cloro (su base salina)
-
Magnesio
-
Calcio
-
Potasio
-
Zinc, hierro, manganeso, yodo, selenio, etc.
A nivel fisiológico:
-
Ayuda a remineralizar el organismo, especialmente en épocas de calor, sudoración o desgaste físico.
-
Favorece la hidratación celular cuando se toma en proporción isotónica.
-
Contribuye al equilibrio ácido-base, ayudando a reducir la acidez de la dieta moderna.
-
Sustituye la sal refinada por un aporte natural y equilibrado de minerales.
4. Quién puede beneficiarse y quién debe evitarla
Recomendada para:
-
Personas con desgaste físico (deporte, trabajo físico, calor).
-
Dietas pobres en minerales o con exceso de alimentos procesados.
-
Problemas de acidez gástrica leve o fatiga crónica.
-
Recuperación tras enfermedades o deshidratación leve (siempre con control médico).
-
Personas que quieren reducir el consumo de sal refinada y enriquecer su dieta.
No recomendada o bajo supervisión médica:
-
Hipertensión arterial no controlada.
-
Insuficiencia renal o problemas de filtrado.
-
Personas con dietas estrictas bajas en sodio.
-
Enfermedades cardíacas graves donde la retención de líquidos sea un riesgo.
5. Cómo consumirla de forma segura
La clave está en la proporción.
El agua de mar tiene unos 36 g de sal por litro, mientras que nuestra sangre ronda los 9 g por litro. Tomarla pura en grandes cantidades puede sobrecargar riñones y alterar el equilibrio de electrolitos.
Formatos y proporciones:
-
Isotónica (recomendada para beber de forma habitual)
-
1 parte de agua de mar + 3 partes de agua dulce (filtrada o mineral).
-
Ej.: 250 ml de agua de mar + 750 ml de agua dulce para 1 litro de bebida.
-
Puedes tomar hasta 500 ml al día repartidos en varias tomas.
-
-
Hipertónica (pura)
-
Solo en tomas pequeñas (30-50 ml), como suplemento ocasional.
-
Más utilizada como “dosis de minerales” puntual que como bebida.
-
-
En cocina
-
Sustituye parte o toda el agua de las recetas y elimina la sal añadida.
-
Proporción orientativa: 1 parte agua de mar + 2 partes de agua dulce para cocciones.
-
6. Ideas para usar agua de mar en el día a día
Bebidas
-
Agua isotónica fría con unas gotas de limón y hojas de menta.
-
Batidos verdes o zumos de frutas añadiendo un chorrito de agua de mar.
Cocina
-
Pasta y arroz: cuece con 1 parte de agua de mar + 2 de agua dulce (sin sal extra).
-
Legumbres: mejora la textura y sabor de garbanzos, lentejas o judías.
-
Sopas frías: gazpacho o salmorejo con un toque de agua de mar en vez de sal.
-
Pan y masas: usar parte de agua de mar en la hidratación para un sabor único.
-
Fermentados: ideal para preparar chucrut, kimchi o encurtidos sin sal refinada.
7. Recetas rápidas con agua de mar
-
Ensalada remineralizante
-
Tomate, pepino, pimiento, cebolla, aceite de oliva virgen extra y un chorrito de agua de mar en lugar de sal.
-
-
Gazpacho marino
-
1 kg tomate maduro, 1 pepino, 1 pimiento verde, 50 ml agua de mar, aceite de oliva y vinagre de Jerez. Triturar y servir frío.
-
-
Hummus marino
-
Garbanzos cocidos (con parte de agua de mar en la cocción), tahini, limón, aceite y un poco más de agua de mar para ajustar la salinidad.
-
8. Consumo responsable
Como con todo en nutrición, ni es milagrosa ni es peligrosa si se usa con sentido común.
El agua de mar no sustituye a una dieta equilibrada, pero sí puede ser una herramienta útil para:
-
Mejorar el aporte mineral.
-
Reducir la sal refinada.
-
Potenciar sabores naturales.
-
Cuidar la hidratación.
Si decides incorporarla, empieza poco a poco, observa cómo te sienta y ajusta cantidades. Y si tienes una condición médica, consulta antes con tu profesional de referencia.
💡 Conclusión:
El agua de mar para consumo es mucho más que una moda: es un recurso natural, seguro (si está tratado adecuadamente) y con un perfil mineral muy interesante. Usada con conocimiento, puede aportar sabor, salud y sostenibilidad a tu cocina.

