Descripción
¿Qué es el Carbón Activo?
El carbón activo es carbón poroso que atrapa compuestos principalmente orgánicos (aunque también metales pesados), presentes es gases o líquidos. Su efectividad está contrastada y es por ello que es el purificante más empleado por el ser humano. Lo podemos encontrar en filtros para purificación de aire, de agua, se utiliza en hospitales para tratamientos de personas intoxicadas, recuperación de metales, y un largo etc.
En el caso del del agua, el filtro de carbón activado retiene plaguicidas, aceites, detergentes, químicos, toxinas, microorganismos descompuestos, partículas de polvo, barro, cal, etc.
Cualquier partícula de carbón tiene la capacidad de adsorber (atraer y retener en la superficie de un cuerpo moléculas o iones de otro cuerpo). Es por ello que funciona si ponemos un pedazo de carbón en el frigorífico o en el agua. En el primer caso adsorberá los malos olores y en el segundo impurezas del agua.
¿Cómo funciona?
No se trata de magia sino de ciencia. Los átomos de carbón que forman un sólido se ligan entre sí mediante uniones de tipo covalente. Cada átomo comparte un electrón con otros cuatro átomos de carbono que no están en la superficie sino dispersos, y aunque están ligados entre sí no existe un equilibro de fuerzas, lo que lleva a atrapar una molécula del fluido que rodea al carbón.
Activar el carbón significa hacerlo poroso para ampliar su capacidad de adsorción multiplicándola por entre 12 y 16 veces. Esto quiere decir que cualquier carbón tiene las propiedades de purificación y desodorización solo que el carbón activado las tiene multiplicadas y por ello requerimos de menor cantidad.
Tradicionalmente en países asiáticos se ha utilizado este sistema con ramas de maderas más porosas y que resisten mejor el método de activación. En este caso el carbón de bambú al tener el interior hueco, tiene más superficie de carbón en contacto con el agua, por lo que filtra más y mejor que otros filtros de carbón.
¿Cómo se activa el carbón?
Capacidad y duración
La capacidad de filtrado y la duración del mismo van a depender del tamaño del carbón, del cuidado del mismo y del tipo de agua en la que lo estemos utilizando. El tamaño de nuestros filtros está diseñado para filtrar entre 2 y 3 litros de agua en aproximadamente 4 horas. Las instrucciones para su correcta utilización son:
- Antes de su primer uso: Limpiar la suciedad superficial del carbón con agua y hervirlo durante 10 minutos para esterilizarlo. Una vez esterilizado, dejar secar y enfriar. ¡Y ya está listo para su uso!
- Uso: Introducimos el carbón en 2-3 litros de agua (dependerá de la dureza del agua) y dejamos que este actué de 4 a 8h. Una vez pasado este periodo el agua está lista para beber. Sacamos el carbón y dejamos secar hasta su próximo uso. Además, se aconseja utilizar una botella, jarra o dispensador de agua que sea de un material seguro como puede ser el vidrio, cristal o el acero inoxidable.
- Mantenimiento: Se recomienda dejar secar en un lugar ventilado entre uso y uso. Es aconsejable esterilizarlo cada 2 o 3 semanas, hirviéndolo durante 10 minutos.
- Precauciones: En el caso de que se ingiera algún resto de carbón es totalmente inocuo para la salud. No hay riesgo alguno en el caso de que el carbón se rompa.
En el momento que el agua vuelva a tener un mal sabor, sabremos que el filtro está perdiendo sus propiedades y será el momento de reemplazarlo. Normalmente debería durar entre 3 y 4 meses con un uso intensivo, es decir filtrando agua en continuo y no dejándolo secar.
¿Qué hago cuando el filtro se rompe?
Al tratarse de carbón, estamos hablando de un material frágil, que se nos puede caer y romper. NO pasa nada si se rompe, sus propiedades van intrínsecas en su composición, por lo que podemos seguir usando los pedazos, la efectividad seguirá intacta.
Es más, muchas personas los rompen de manera intencionada para llevar el filtro en sus botellas y poder introducirlo con facilidad por la boquilla de la misma.
Metales pesados
Mucha gente se pregunta sobre su capacidad para eliminar metales pesados. Hay gran documentación científica que habla sobre ello y la conclusión es que sí, que es un gran filtro también para metales pesados. Aquí un breve resumen con datos sobre la capacidad de filtrado:
Podemos ver que el porcentaje de adsorción es muy alto y varía en función del tiempo de filtrado. Tan solo con media hora conseguiríamos entre un 85 y un 94% de filtrado dependiendo del tipo de metal pesado llegando a más del 95% a partir de la hora de filtrado.
En este caso y según este estudio, podemos comprobar que más tiempo no es sinónimo de mayor capacidad de filtrado.
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