Leche de Avena Casera
La leche de avena es una de las muchas alternativas de leches vegetales que podemos hacer en casa de manera sencilla y más saludable que las de algunas marcas comerciales.
¿A qué sabe la leche avena?
Si bien no sabe a leche, a diferencia de la de arroz o la de soja, la bebida vegetal de avena tiene una textura naturalmente espesa más parecida a la leche entera de vaca. La leche de avena no es tan fuerte de sabor como la de almendras o anacardos y aunque su viscosidad es más parecida a la de soja, tiene un sabor mucho más suave con una sutil esencia de avena.
¿Cómo se prepara la leche de avena?
La leche de avena es muy fácil de hacer, solo necesitas poner en la batidora una parte de copos de avena por cuatro partes de agua, bate durante aproximadamente un minuto y filtra el líquido resultante rico en nutrientes a través de una gasa o un colador en una botella y guárdala en la nevera.
Opcionalmente puedes endulzarla añadiendo azúcar o dátiles o darle sabor añadiéndole vainilla o canela.
Usa la leche de avena de la misma manera que usarías la de vaca, en el café o el té, para preparar tu batido preferido, en un tazón de muesli, o para mojar galletas. También puedes utilizarla sustituyéndola por la de vaca en tus recetas horneadas.
También puedes preparar la leche de avena con los granos enteros, déjalos a remojo toda la noche y a la mañana siguiente desecha el agua del remojo (puedes usarla para regar las plantas) pon en la batidora una parte de avena y cuatro de agua, bate bien durante unos minutos, filtra el líquido resultante con una gasa o un colador en una botella y conserva en la nevera.
¿Qué nos aporta nutricionalmente?
Cada taza de leche de avena contiene 2gr de fibra, 4gr de proteína, el 35% de la cantidad diaria recomendada de calcio y el 25% de vitamina D. No contiene grasas saturadas y tiene más proteínas que las leches de frutos secos (aunque menos que la de soja). Además la leche de avena es la que nos aporta la mayor cantidad de fibra entre todas las leches vegetales disponibles.