Como cuidar tu cepillo de dientes
Los dentistas recomiendan cambiar el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, incluso antes si las cerdas se deshilachan o se empiezan a desgastar para que tu cepillo no pierda eficacia.
En el mercado podemos encontrar cepillos con diferentes durezas duras, medias, suaves, pero los dentistas nos recomiendan una dureza suave a media porque minimizan el riesgo de abrasión gingival.
Una vez elegido el tipo de cepillo de dientes que vas a comprar (mejor de bambú y compostable) ¿Cuánta atención le prestas después?
Lo utilizamos un mínimo de dos veces al día para eliminar los restos de comida, la placa y las bacterias de los dientes, las encías y la lengua.
¿Crees que un enjuague rápido con agua fría después de cepillarnos es suficiente para mantenerlo limpio?
¡Definitivamente no!
Las cerdas del cepillo de dientes albergan restos de dentífrico, bacterias de la boca e incluso partículas del inodoro que quedan en el aire. Pero… que no cunda el pánico, de una manera sencilla y con productos que solemos tener en casa podemos desinfectar nuestro cepillo fácilmente.
- Normalmente después de cepillarnos nos enjuagamos con agua fría, pero usa el agua más caliente que el grifo te permita para enjuagar el cepillo de dientes antes y después de cepillarte.
- Usa el enjuague bucal también para tu cepillo. Coloca el cepillo en un vaso y añade colutorio hasta cubrir las cerdas, dejalo actuar unos dos minutos antes de guardarlo.
- Puedes realizar el mismo proceso con agua oxigenada.
No dejes tu cepillo al aire, mejor guárdalo en el armario o en un cajón. Si lo guardas en una funda cerrada asegúrate antes de que esté totalmente seco para evitar el crecimiento de bacterias. Una solución muy práctica son los estuches de bambú que mantendrán tu cepillo a salvo tanto en casa como si viajas.
El bambú es antibacteriano y antimicótico, debido a una sustancia llamada “kun de bambú”, un agente antimicrobiano que ayuda a la planta a resistir los ataques de plagas y hongos.